martes, 19 de junio de 2012


Difuso
Por qué olvidados senderos
Desanda su suerte el amor
Si en la quietud de la noche
Su luz se esconde en un hueco
Dejando entre lánguidas sombras
En el umbral del olvido silente
Dormido el orgullo a los pies de la ira
Y el ego pintado con gélido trazo
En la arrogancia de un lienzo indolente
Que huele a miseria, rencor y desprecio
Por qué olvidados senderos
Arrastra el vacuo recuerdo
De la pasión intangible
De la imperfección de los cuerpos
Mientras de ocres reflejos
Atravesando el cristal de mi copa
Con mueca siniestra retorna
La imagen de aquella mirada
Que revive al instante el deseo
Del beso que muerde… de su boca
Cesar Bustamante


lunes, 11 de junio de 2012


Fracaso




Una vez fui tormenta, seducción absurda, mentira violenta, esperanza cruel, belleza siniestra.
Los brazos de la noche devoraron mi tibieza y construyeron una torre de espinas en mi alma…

Me entregué a la oscura y fría sensación de no sentir la vida,
de ya no ser.
Me lancé al abismo etéreo de la nada mientras los hilos afilados del recuerdo
abrían surcos lacerantes negándome la calma

la bruma apareció...despacio, envolviéndome como un fuego fatuo de grises esperanzas, cada paso, era un desgarro cruel donde las pieles desprendían su desgano carente de lujuria

donde cada latido era un disparo siniestro a la razón, resquebrajando el débil cristal de la cordura
con los pies sangrantes avancé a tientas entre las tinieblas, tropezando con mis miedos me fui de bruces sobre el fango

hundiendo mis manos, enterrando el dolor y bebiendo la hiel que escapaba del desprecio. Si, moriré esta noche, lo se...siento el gélido aliento de la parca en mi boca...la ira y la impotencia son mis compañeras de viaje y...

…cual sayón aguardando con paciencia a las puertas mismas del cadalso, se desliza sigiloso hacia mi encuentro el infortunio.
Trémulo de pavor ensombrecido, a la hora del ocaso desfallezco y así, asfixiado
en el sórdido paisaje, aspiro el hálito letal de su condena…el fracaso.



Dardo César Bustamante & Mercedes Mayol
Copyright 23-05-2012


Libérame
Desanda etérea el camino de mi esencia 

Invade mis anhelos y aprópiate de ellos 

Sacude mis recuerdos, niégalos, destiérralos 

Desgarra mis entrañas con el filo de la duda 

Y arranca con desprecio de una vez y para siempre 

De mi mente las historias que cual máculas sombrías 

Se enredan inconclusas en la trama de mi vida 

Tan solo así, escindido del agobio que me turba 

Escapándole al platillo de este lado de mis sueños 

Que en el extremo distante me sopesa con la culpa 

Podré ofrecerte sin reparos el cordel para que juntos 

Remontemos sin pudores la esperanza en un cometa

César Bustamante




domingo, 6 de mayo de 2012



Insomnio

Impiadosa solitud que me desvela

Y me sostiene del costado de lo absurdo

Que me enreda con los hilos del pasado

Sentenciándome a la espera sin futuro

Y en la ansiosa cadencia de las horas

Vierte sombría su silencio irreverente

Adormeciendo uno a unos mis sentidos

Sumiéndome en abúlico infortunio…

César Bustamante







Encuentro

Tu mirada y la mía se encontraron al fin

todo estaba planeado de antemano,

el lugar, la hora, la ropa y hasta el perfume,

nada librado al errático designio del azar

Pero estábamos allí, inmóviles, impávidos

tal vez cegados por una misma sensación,

quizás cautivos de un mismo pasado

Ávidos, ansiosos de deseo, enajenados…

La lógica parecía esfumarse entre el bullicio de la gente

Que sin advertir la quietud de nuestro cuadro

Transitaba sincrónica a su desmesurado apuro

Mi mente buscaba en vano las respuestas

En este plano donde el tiempo rige nuestros actos,

nada podrá explicar el por qué mi piel extraña tu piel,

mis ansias añoran tu entrega y mis labios aun saben a tus besos

Maldito tiempo, infame cómplice de esta torpe realidad

Que se empeña en separarnos con el débil argumento

De que esto todavía no aconteció, que no fue tu espalda

La que tantas noches cobijó mi pecho 

cuando aún te siento estremecer entre mis brazos

Maldita certeza de los cuerdos que impertérritos sentencian

a ceñirnos a sus fácticas pruebas de medirnos por segundos

Bendita tempestad de anárquicos sentires

que me envuelven cada mañana en la cascada de tu pelo

y me retiene en ese reino sin relojes, donde todo transcurre

en lo que dura un beso respirando tu placer

allí donde no hay reglas, donde nada es para siempre y sin embargo

amarte es mi elección a cada instante…

De repente, ya estabas en mis brazos,

aquella peatonal paisaje ajena a nuestra historia

mientras la música, nuestra música nos cubría en un susurro

entre tu pecho y el mío una explosión de siluetas que a media luz

ondulantes, en un gozo simbiótico libando del éxtasis danzaban.

Éramos tu y yo inmersos en un mar de sensaciones

los de ayer, los de hoy, los mismos parias de siempre desterrados del tiempo.

Ya no importan las respuestas, en esta absurda paradoja

el amor que es tan esquivo quizá nos encuentre sin corazas

y en su estocada final nos atraviese enastando la esperanza

dejándonos exhaustos, sin culpas ni temores

tu sobre mi hombro y yo a orillas de tus ansias.

César Bustamante








Rebeldía

Transité nocturno el camino del olvido

Entregado a las fauces del monstruo que me habita

Mordí con mis encías el cristal de su frío

Desgarré mi carne en el hedor de su osamenta

Retorciéndome en la ciénaga repté desde el averno

Escapándole al estiércol reaccionario de los dogmas

Que observaba, me juzgaba y sentenciaba

Con la nefasta moralina de sus normas

Vomité una a una sus insípidas purezas

Hasta quedar exangüe, informe

Sumergido en el álcalis del miedo

Y en el sorbo letal de la ignominia

Arranqué de mí, todos los sentires

César Bustamante





Pasión

La noche es perfecta

sus luces son tenues

tembloroso y resuelto

cruzando las sombras

me entrego a su suerte

Se aceleran mis pasos

mi corazón enloquece

se acerca el momento

y enfrente a tu puerta

con certera estocada

desgarrando al tiempo

doy fin a la espera.

Candelas de cómplices

aromas que envuelven

mi fiebre en tus manos

los besos que muerden

te aferro a mi abrazo

las sienes que estallan

y la sangre me hierve

Ternura, encanto,

pasión y locura

agazapado en mis ansias

contengo el deseo

mas luego el impulso

le gana al intento

y en duelo de cuerpos

acaba el suspenso

La fiebre arrebata

nos quema por dentro

tus muslos, mis manos

mi pecho en tus senos

tu anhelo en mi espalda

me abraza, te siento,

de tu miel sedienta

mi boca en tu fuego

el espasmo acude,

corona mi esmero

bebiendo tu esencia

remonto mi vuelo.

Erotizando el aire

con música suave

y a la trémula luz

de incandescencia leve

dialogando en silencio

con lenguas salvajes

rasgando penumbras

gemidos y gestos

a tu entrega rendido

reposando en tu cuerpo

en el mar de tu vientre

encuentro el sosiego

César Bustamante